Este apartado estará dedicado a todas las curiosidades que vayamos recordando de los árboles y plantas que viven en nuestro Bosque.
Éstas pueden ser recuerdos lejanos, pueden haber llegado a través de las distintas voces del viento, por el agua o a través de la misma tierra. Incluso pueden ser relatadas por los mismos protagonistas.
Estaremos atentos a lo que ellos quieran contarnos.
Acerca del Ajo y la Cebolla...
Para quien guste comer ajo o cebollas y no les gusta el olor que después queda, lo pueden eliminar con unas hojitas de menta o perejil masticadas, comiendo una manzana, una cucharada de miel, o masticando un grano de café.
Otra curiosidad sobre estas plantas que debemos tener en cuenta es en caso de epidemia, que colocaremos cebollas por toda la casa para que absorba los microbios gracias a sus propiedades antibacterianas y antisépticas, igualmente ocurre con el ajo, que se cuelga en manojos o se aplastan dientes de ajos por las habitaciones al más mínimo rumor de epidemia.
El ajo entra en la composición del vinagre de los cuatro ladrones. Según rumores que me llegaron a través de los vientos hace ya bastantes años, oí que en Toulouse, durante la peste, unos ladrones se dedicaban a desvalijarlo todo sin miedo a contagiarse. Fueron apresados y les ofrrecieron perdonarles la vida a cambio del secreto, entonces dijeron que se frotaban el cuerpo con esta loción, compuesta por salvia, tomillo, espliego y romero todo ello macerado en vinagre y con unos cuantos dientes de ajo.
Otro uso a tener en cuenta es en casos de quemaduras: machacar cebollas con un buen puñado de sal y aplicarla en cataplasma en la zona quemada, cambiar cada 2 o 3 horas . He podido comprobar que el efecto es absolutamente reparador, dejando la piel rosada y sin cicatriz. Esto es en quemaduras superficiales.
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