Los Sanadores

Los Sanadores que vivimos aquí tenemos una misión mágica, somos los encargados de curar a todo el que nos necesita. Aunque es una misión de gran responsabilidad, disfrutamos y nos divertimos en todo momento, Solo el que disfruta de todo su tiempo puede ser feliz como nosotros, los seres de la naturaleza. Todos somos únicos y excepcionalmente buenos, y aquello que hacemos es para nosotros el mejor trabajo y la mayor diversión, nos presentaremos:

"Abeto Blanco", "Algarrobo", "Boj", "Espino Blanco", "Fresno", "Ginkgo", "Laurel", "Pino", "Sauce".

Empleamos nuestras energías en desarrollar principios activos que serán beneficiosos para curar ciertas dolencias.

El Abeto Blanco y los Pinos

     Nuestros amigos los abetos vinieron desde las Tierras Blancas a instalarse en nuestro acogedor bosque. Su llegada fue espectacular y los seres del bosque los acogieron con sendos círculos para festejar su venida y expresar su alegría al recibirlos. Uno fue rodeado por el color violeta mientras que el otro fue rodeado por el color rosa. En nuestro bosques los acontecimientos se festejan con juegos y muchas risas y por supuesto embelleciendo con flores y colores todo incidente que engrandece nuestras tierras.

     En estos momentos los abetos están llenos de brotes nuevos lo que les da un colorido espléndido, y nos alegra pensar que se encuentran en su hogar.

     Son de la familia de las coníferas igual que los pinos piñoneros y los pinos carrasco y también pertenece a las coníferas, aunque de otra familia (de las cupresáceas) la tuya, aunque ésta la veremos dentro del jardín.

     El abeto es el símbolo de la eterna unión entre los hombres y la naturaleza. Brinda su sabiduría, su fuerza tranquila, su calma y su generosidad y también la sombra de su espeso ramaje en verano y el abrigo de sus ramas cuando llegan los fríos del invierno y lo más importante obsequian con una considerable provisión de oxígeno a todo el que vive en sus cercanías.

Su resina, los retoños y la esencia tienen mil virtudes medicinales.

     Según he podido comprobar, la resina que brota de las heridas del abeto o del pino excitan todas las secreciones y activan las glándulas endocrinas, y además, actúan beneficiosamente sobre la mayor parte de órganos, por lo que se convierte en un elemento indispensable dentro de los métodos de curación que se pueden obtener de forma natural.

     Los duendes sanadores me informan que también se puede usar para corregir el mal funcionamiento de las vías urinarias, cistitis, cálculos de vejiga, y que da excelentes resultados contra la bronquitis, pulmonías y pleuresías. En ésta época hay antibióticos para curar estas afecciones; pero nada impide recurrir a los viejos métodos para limitar los inconvenientes de los nuevos.

     Un buen baño de retoños de pino pueden curar el acné y las enfermedades de la piel en general, "entonar" a los deprimidos, neurasténicos o apáticos, reanimar el corazón fatigado o dejar como nuevo el hígado agotado por los excesos.

     Es conveniente recolectar los retoños en primavera, cuando están tiernos e impregnados de resina fresca. Hay que tratar de conservarlos el mayor tiempo posible resguardados de la humedad. También en primavera es cuando está más fresca la resina si se quiere hacer una pequeña reserva.

Espino Blanco:

     Es un arbusto que puede llegar a crecer hasta los 9 metros, por lo que a veces parece más bien un árbol. Se puede encontrar en estado salvaje en los bordes de los bosques, o cultivado para formar setos impenetrables en jardines o setos divisorios en los campos para guardar el ganado dentro.

Su aroma es parecido al del tilo y sus bayas son un manjar para los pájaros. Sus principales características son:

• Ayuda al corazón a bombear la sangre con más fuerza gracias a su propiedad cardiotónica.   
• Mejora el flujo de la sangre al corazón y, al relajar los músculos involuntarios, ayuda a disminuir la tensión arterial y el estrés. Dilata los vasos sanguíneos y reduce su resistencia al flujo sanguíneo.
• Reduce las palpitaciones del corazón, y ejerce un efecto calmante en el sistema nervioso central.
•  Los frutos son ricos en vitamina C, vitamina B y minerales.
•  Las flores y los frutos también tienen propiedades astringentes.